Estamos seguros de que ya conoces la importancia de pintar las paredes de manera correcta para dar el toque esencial a la decoración de nuestro hogar, pero ¿has pensado la combinación que podrías hacer si las pintas sólo a la mitad? Es cierto que no es demasiado usual en las casas, pero los resultados son muy originales y, por supuesto, sencillo, de manera que puedes dar el toque distintivo a tu salón con este sencillo truco. Veamos cuáles son las ventajas e inconvenientes (si es que tiene alguno) para ayudarte en la elección.
- Evitas roces: sí, no podemos negar que los colores claros quedan estupendos en nuestras paredes, pero también son difíciles de mantener impolutos, sobre todo cuando hay niños pequeños en casa. Un buen truco es pintar las paredes solo por la mitad con un tono que nos ayude a resaltar los muebles y esconder esas pequeñas huellas y roces.
- Ganas altura visual: no tiene por qué ser hasta la mitad, pero se recomienda si lo que deseas es crear un efecto de techos más altos. Eso sí, no elijas entonces colores demasiado llamativos o causarás el efecto contrario, elige un único tono intenso y deja la superior en pastel o blanco. Si no tienes problemas con la altura de tus techos, las creaciones para pintar las paredes son infinitas, pudiendo superar más de la mitad. De hecho, puedes incluso hacer combinaciones con cuadros para dar un toque original a tu salón o con el color de los cojines de tu sofá.
- Creatividad: ¿Quién dice que las paredes tienen que ir lisas? Existen técnicas que, quizá usadas en toda la superficie quedaría un tanto cargado, pero que si lo aplicas en la mitad de la pared, te aseguramos un degradado espectacular. Por ejemplo, si te ayudas de una esponja podrás dar mayor intensidad en la parte baja de la pared e ir disminuyendo hacia arriba, de manera que cuando se aproxime a la parte más clara haga una especie de fundido que aumentará la sensación de mayor altura en la estancia.
Eso sí, si decides usar esta técnica para pintar las paredes, te damos una recomendación, sitúa los elementos decorativos como cuadros o estanterías un poco más elevado de lo normal, de esta manera juegas con la percepción, ya que la mirada se elevará hacia esos puntos y la sensación de mayor altura está asegurada. Y a ti, ¿te convence esta técnica? A nosotros sí.