Muchas veces, cuando hablamos de aprovechar el espacio, no se trata tanto de realizar una reforma radical para cambiar tu cocina sino que, con lo que tenemos y unos pequeños cambios, podemos conseguir diferencias significativas. Sin embargo, es algo que definitivamente debemos hacer si realizamos una reforma en nuestro hogar. Sacar partido a cada metro disponible es una obligación de los habitantes de una casa y todo conlleva una estrategia previamente planeada.
Siempre decimos que la cocina es el corazón de nuestra vida diaria y que es el área donde más compartimos y más tiempo pasamos “haciendo cosas”. No es como el salón, que puedes pasar mañanas o tardes simplemente sentado leyendo o viendo la tele. La cocina es un ir y venir, un ordenar, cocinar, conversar, imaginar, crear, planificar…¿No conviene, entonces, que le dediquemos un tiempo estratégico para vivir más cómodos?
Hay a quien le gusta la idea de conectar la cocina con el comedor o el salón. Sin embargo, tendremos que tener en cuenta que una barra demasiado grande o una isla en zona de paso puede conseguir un efecto no deseado. Por lo tanto, si esta es nuestra opción, elegiremos cocinas lineales para conseguir más espacio visual y una integración más adecuada.
Si queremos una cocina-comedor donde la familia pueda desayunar, comer y cenar sería conveniente integrar mobiliario con forma de “L” e incluir una zona de comedor dentro de la habitación. Esto solamente es posible en cocinas de planta cuadrada.
Cuando la cocina es alargada, independientemente de que sea abierta o semiabierta, puede ponerse un perímetro de encimera, a modo de zona de trabajo, consiguiendo más comodidad y aprovechamiento del espacio.
Hay quien también sueña con tener una isla en la cocina. No es un sueño inalcanzable si se planea bien y la falta de metros permite hacer alguna pequeña reforma para conseguirlos.
Simplemente hay que hablar con los profesionales adecuados que nos asesoren de una manera personalizada.