Colores en la decoración para mejorar tu estado de ánimo (II)
En nuestro anterior post te explicamos cómo los colores pueden influir para mejorar tu estado de ánimo, por lo que es una característica a tener en cuenta en la elección de los mismos para la decoración en el hogar. Ya sabemos qué ocurre con el rojo y el rosa, tonos frecuentemente usados en salones y dormitorios, pero hay otras opciones que suelen estar presente en nuestras casas.
Blanco: representa la pureza, aunque en ocasiones se dice de él que es un color frío. Mediante el blanco se consigue dar una sensación de amplitud y mayor espacio, por lo que suele ser usado en habitaciones pequeñas o con poca luz. Para la psicología, el blanco ayuda a eliminar sentimientos de tristeza y aislamiento, otorgando paz a quienes viven en su interior.
Azul: es un color que aporta serenidad. Describe un lugar como seguro y ordenado, por lo que suele usarse en oficinas o habitaciones dedicadas al trabajo. Beneficia a nuestro organismo reduciendo la temperatura del cuerpo.
Verde: el color verde puede mejorar tu estado de ánimo disminuyendo el estrés, así que, se tonos como el verde claro, oliva o verde amarillento se han convertido en indispensables en alguna estancia de nuestro hogar. Normalmente se usan en dormitorios o zonas dedicadas al relax como el salón.
Amarillo: Aunque se le considera un color alegre, no está recomendado para personas con temperamento o con facilidad para enfadarse o alterarse. Pero si este no es vuestro problema, los tonos amarillo claro aportan energía, por lo que es adecuado en interiores.
Marrón: Transmite fuerza y confianza, es un color neutral que da calidez al hogar. Suele usarse en dormitorios, o también en salones combinado con tonos luminosos como amarillos o naranjas.
Y si has escuchado hablar del Reiki, síguenos porque pronto realizaremos un post para que descubras cómo esta técnica milenaria usa los colores para mejorar el estado de ánimo. Pon en práctica estos datos y haz que tu hogar sea pura energía.