El sol y, la época estival en general, consigue que cambiemos un poco el chip. Que nos relajemos, que nos mejore el carácter, que pensemos en vacaciones…Todo esto nos “obliga” a hacer un cambio que nos acompañe en esta estación, no solamente de armario, sino es también un cambio extensible al hogar.
El baño es un lugar perfecto para darle un aire veraniego al espacio. Existen muchos estilos para “refrescar” esta estancia. Imprimir un toque marinero, por ejemplo, puede ser una solución fácil y sencilla de llevar a la práctica, sobretodo si tenemos los azulejos y cerámicas en blancos o en azul marinos. En este caso valdría con cambiar la cortina del baño por una rayada en blanco y azul o en blanco y rojo. Igualmente, podríamos hacer esto con las toallas.
Para continuar con un ambiente marinero, el resto de la decoración del baño puede ser en blanco. Por ejemplo, se pueden conseguir cestas para dejar las toallas o jaboneras en este color y pintar las baldas de la misma manera.
Pero, además, se puede decorar el espacio con barcos pesqueros en miniatura, flotadores de barcos antiguos, conchas naturales, cuadros con alusiones a playas con toldos e, incluso, se puede buscar alguna lámpara que imite a las lámparas de los barcos. Colocar en las baldas tarros de cristal con arena dentro, colgar collares de conchas de algún colgador o buscar una alfombrilla con motivos marineros pueden ser algunas de las opciones para darle este aire a nuestro baño.
Igualmente, se puede intentar buscar un ambiente fresco, sin tener que ser marinero. Para conseguirlo, se pueden colocar cajas o cestas, en color madera, para guardar las toallas o cosas que tengamos en el baño, como el secador.
Para conseguir este otro estilo veraniego, se puede adornar el baño con plantas de bambú y colocar piedras en algún rincón o ponerlas en el lavabo, a modo de jabonera. Se puede decorar también con las toallas y buscar unas en colores oscuros, como gris o negro. Para acompañar este último estilo, más zen, se puede buscar algún tipo de ambientador como incienso, cuyo olor nos ayude a relajarnos y, a la vez, nos resulte fresco.