Como dice el dicho “Para gustos están los colores” y en el caso de la cocina, no podía ser menos. Las puedes encontrar laminadas, lacadas, de madera o vanguardistas. Cada estilo tiene sus peculiaridades pero lo importante es que, como el resto de estancias, no desentonen con la decoración general de la casa.
Cuando hablamos de cocinas laminadas nos referimos a las de acabado decorativo sobre compuesto de madera prensada. Este material es el más demandado por su resistencia, versatilidad, mantenimiento y limpieza. Son materiales de alta calidad y larga duración resistentes a golpes, calor, ralladuras y líquidos. Se fabrica en diferentes colores y texturas.
Respecto a las cocinas lacadas podemos decir que existe una amplia gama de colores y en las que se utilizan materiales con una gran perfección en el acabado. Son cocinas muy demandadas por su posibilidad de acabado que puede ser brillo, mate o texturizado. El resultado siempre es moderno y elegante.
Las cocinas de madera proporcionan calidez y naturalidad, tanto en con diseños clásicos como con diseños más modernos. Los acabados de estas cocinas siempre son de gran resistencia y hoy en día, predomina una tendencia hacia lo rústico que hace que estas cocinas de madera hayan subido su índice de popularidad.
El vanguardismo en las cocinas se consigue a través del diseño y la pureza en la horizontalidad. También a través de la iluminación y la geometría. En estas cocinas suelen utilizar materiales muy actuales como son el krion, el cristal o el acero.
Los colores utilizados en este tipo de cocinas suelen ser, predominantemente, dos. Y destaca el diseño minimalista donde la distribución del equipamiento está basado en cajones grandes, seguros y resistentes. Se multiplica el brillo y se alisan las formas, escondiendo los electrodomésticos y los armarios.
La cocina suele ser el epicentro de la casa y, como tal, debería ir acorde con la decoración del resto del hogar aunque siempre pensando en la practicidad.