El estilo industrial en interiorismo está fuertemente arraigado como una de las corrientes de vanguardia que permanecen vigentes desde la década de los 80’s hasta el presente. Durante varias décadas ha conservado su encanto en el imaginario colectivo por su frialdad, su aspecto postmodernista y su influencia en la cultura pop para distintas generaciones de jóvenes. Sin embargo, ¿De dónde viene toda esta pasión por dicha estética?
En 1976, en plena agitación social debido a la gran crisis por la que pasaba Gran Bretaña, surgió en Manchester una corriente musical y artística impulsada por una generación de jóvenes criados en los entornos industriales de la ciudad inglesa. Su propuesta artística no solamente llevaba a cabo mensajes contundentes de crítica social sino que, también, efectuaba una revisión estética desde un paradigma pop que aún en la actualidad se tiene en consideración. Tendencias conocidas como la New Wave o el Post Punk formaron dispararon desde la subcultura musical a toda clase de disciplinas artísticas. Su gusto por las texturas, materiales y colores sacados del cinturón de fábricas de Manchester combinado con la elegancia e impersonalidad alemana posterior a la II Guerra Mundial hizo de esta visión artística un reflejo de innovación, buen gusto y transgresión.
El arte en casa
En cuanto al estilo industrial en lo referente al diseño de interiores, cabe decir que se trata de un planteamiento que ha servido de influencia a numerosos autores. Independientemente que a nivel particular también ha tenido mucho éxito en hogares de todo el mundo, en la actualidad pueden verse museos, salas de cine, espacios culturales o toda clase de zonas públicas bajo este influjo estilístico. En cuanto a referencias exactas y elementos que lo suelen componer, es inevitable fijarse en los tonos negros, marrones o blancos que, en determinados momentos, son combinados con una suerte de efectos de oxidación o degradado. Los accesorios de época victoriana también son una constante en el estilo industrial junto con estampados inspirados en las tabernas inglesas de principios de Siglo XX. Los materiales del mobiliario conservan la tradición: Madera, hormigón, cuero o metales como el acero.
En definitiva, el estilo industrial es un género en sí mismo. Una estética que trasciende la decoración y bebe de distintos tipos de arte para crear ambientes. Una herencia subcultural del anterior siglo que todavía hoy se postula como una visión vanguardista en el diseño de interiores.