En cuestiones relativas al diseño de interiores, todos los elementos que compongan un espacio suman (o restan). Igual de importante son los muebles que elijamos o los complementos que perfeccionen el ambiente como las paredes o el pavimento. En estos tiempos donde el vanguardismo es tan deseado por parte de los clientes particulares, resulta pertinente señalar con qué tipos de suelos modernos pueden poner la guinda a sus estancias.
La baldosa hidráulica
Sí, ha vuelto. Sí, es el tipo de superficie que pisabas cuando ibas a comer macarrones con tomate a casa de tu abuela. Sí, ahora se consideran suelos modernos. Y sí, se trata de un material que ha vuelto para quedarse. Reconvertido estéticamente con diseños actualizados por parte de los interioristas más prestigiosos del momento. Su momento álgido se situó durante finales de la década de los años 50’s, no obstante ha estado presente en las viviendas españolas prácticamente hasta el final del pasado siglo.
Moqueta
El clasicismo británico siempre ha creado poso en el imaginario modernista. Desde que tenemos uso de razón, se percibe como un suelo cómodo pero sucio. Aunque esta visión pertenece al pasado. O al menos debería ser así ya que actualmente existen variaciones de este material que minimiza su vulnerabilidad ante las impurezas.
Cemento
Otro de los suelos modernos importados de corrientes anglosajonas y centroeuropeas. Su aspecto industrial hace que sea uno de los tipos de pavimento de moda en la actualidad. Además, su dureza y resistencia lo convierten en un material fácil de mantener y limpiar.
Estos tres tipos de superficies son actualmente las referencias del mercado si lo que queremos es pavimentar nuestra casa con suelos modernos. No obstante, conviene ponerse en manos de un profesional en el diseño de interiores para estudiar el entorno físico de la casa donde se quiere instalar y, de este modo, asegurarse de que se cumplen las condiciones necesarias para que dichos estilos de pavimento puedan adecuarse al hogar.