Cuando tomamos la decisión de reformar o redecorar un baño, lo hacemos desde un punto de vista de búsqueda de confort. Teniendo en cuenta que es uno de los espacios más íntimos de la casa, tendemos a buscar la serenidad y el relax.
A la hora de decorarlo, cada vez más impera una corriente zen que invita al descanso. Este movimiento busca la armonía como objetivo principal con el que se pretende alcanzar la paz interior a través del equilibrio. En este tipo de decoración imperan los colores claros en las paredes, suelos y mobiliario. Igualmente, se impregna de frescura el espacio y son habituales las plantas decorativas así como las piedras en colores arenas, grises o blancos.
Esta corriente zen también propone el uso de materiales naturales como puede ser la madera, el bambú o el mimbre.
Respecto al suelo, se puede utilizar gres porcelánico en colores acordes con lo anteriormente dicho e, incluso, azulejos imitación a madera que consigan la solidez, resistencia y envejecimiento prolongado en el tiempo pero manteniendo una apariencia de madera. Otra opción acorde con esta corriente zen es utilizar elementos como la piedra, para el suelo o paredes.
También puede ser que queramos un baño más vanguardista, que es la otra tendencia del momento, buscando la sensación de modernidad. En ese caso, tanto la bañera como los lavabos tienden a adoptar formas ovaladas o alargadas. Los colores también cambiarán de gama hacia combinaciones de grises, blancos y negros. La iluminación jugará un papel importante intentando encontrar puntos concretos del baño que resaltar.
El suelo, en este caso, puede ser de mármol o porcelánico. Siempre buscando la calidad y la estética acorde con el resto de la decoración del espacio.
(Fotografía baño Porcelanosa)