
Cada cierto tiempo recibes una factura, pero realmente no entiendes por qué estás pagando esa cantidad. Como la propia OCU confirma, sólo un 11% del total de consumidores es capaz de interpretar la factura de la luz, así que, hoy aprendemos cómo hacerlo.
Para comenzar debemos saber que el recibo de la luz se compone de dos importes: coste fijo, que se paga por kW de potencia contratada y coste de electricidad consumida. Los dos varían en función de la tarifa contratada. Además, existen dos mercados, el regulado, en la que todas las compañías estructuran las facturas de la misma manera y el mercado libre. En este último, los precios y condiciones estarán pactados de mutuo acuerdo entre cliente y comercializadora.
Coge tu factura y revisa:
Nombre de la compañía, con el que podrás saber si perteneces a un mercado libre o regulado.
El siguiente punto para saber interpretar la factura de la luz es el periodo de consumo, donde se indica si es un pago mensual o bimestral. Con los nuevos contadores de telegestión son mensuales.
Ahora revisa la Referencia del contrato de suministro un dato esencial para identificarte, aunque el Código Unificado de Punto de Suministro (CUPS) es más útil.
En cuanto al Peaje o Tarifa de Acceso, que se determina en función de la potencia contratada, además de indicar si dispones de la tarifa de discriminación horaria (tendrás que leer DHA o A en tu factura) con el que pagas por usar las redes de distribución de la energía. Si cuentas con discriminación horaria, tendrás dos precios distintos, uno más económico durante 14 horas y otro de 10 horas con un precio más caro. En la mayoría de hogares se consumen un 50% en el horario económico, por lo que, de media, podrías ahorrar hasta 70€ si se contrata.
En el siguiente punto tienes la Potencia Contratada, siendo ésta 3.3 y 4.6 kW en la mayoría de hogares. Si está por encima de 10kW no se accede al PVPC del mercado regulado y por debajo de 3kW se puede solicitar el bono social, para el que deberás cumplir una serie de requisitos como ser pensionista, prestaciones mínimas, familia numerosa, desempleo…
La Facturación por potencia contratada es una cuota fija que se paga aun sin existir consumo, siendo más elevada cuanta mayor sea la potencia contratada. Aquí hay dos conceptos: peaje por un lado y margen de comercialización por otro. Para los dos casos se multiplica el precio diario y el número de días facturados por los kW contratados.
Ahora sí, la Facturación por energía consumida se paga por kWh de energía consumida. En el mercado regulado se divide en tarifa de acceso (0,044027 €/kWh para la tarifa de peaje 2.0 A) y coste de la energía en el mercado mayorista para cada periodo, pues cambia según la factura.
El impuesto sobre la electricidad es el 5,1127% desde 2015 y por supuesto, hay que añadir a todo lo anterior el 21% de IVA.
El alquiler de equipos es otro de los pagos que se incluye en la factura de la luz. Se calcula multiplicando el precio del alquiler del contador por el número de días de facturación. Existen diferentes tipos de contadores, por lo que, si estás pensando en cambiar de tarifa a la discriminación horaria, te aconsejamos que tengas el de telegestión, pues podrás acceder a tu información de consumo de manera detallada.
Ahora que hemos revisado cómo interpretar la factura de la luz, comprueba qué método es más útil para tu hogar y comienza a ahorrar.