El otoño ha llegado y, con él, se reduce el tiempo que disfrutamos fuera de casa: los paseos, las comidas en el jardín…pero, no te deprimas, un espacio de relajación en nuestro hogar es el mejor plan para los días de frío. ¿Sabes cómo hacerlo?

Puedes introducirlo en una parte del salón o crear un único lugar dentro de tu casa para este espacio relax. Para comenzar, elige un chaise longue o una butaca reclinable, pues ofrecen comodidad a la vez que elegancia. Además, es fácil combinar cualquiera de estas opciones con el resto de la habitación y son completamente atemporales, por lo que nunca pasarán de moda.

Si necesitas crear amplitud, puedes hacerlo con dos métodos: usar espejos o cuadros con imágenes de naturaleza y, por supuesto, cuenta siempre con colores claros, que pueden ir desde el blanco hasta un ocre claro. Si quieres dar toques de color, puedes hacerlo con los sillones o pequeños objetos de decoración. Elegir estanterías para este espacio, así como alfombras y cojines en el suelo, logrará hacerlo más ordenado y cómodo. Podrás tener a mano tu libro favorito o tu caja de recuerdos para esos momentos en los que te apetece echar la vista atrás para volver a vivir experiencias únicas como viajes o reuniones familiares. No olvides la luz cálida de una lámpara que te ayude a crear el ambiente de relajación perfecto, añadiendo velas con tu fragancia preferida.

Es esencial deshacerte de todo lo que no te aporte relajación dentro del espacio, como tu carpeta de trabajo, libros de estudios, etc. ya que sólo conseguirás que tu mente se llene de pensamientos que te impedirán conseguir relajación.

Para finalizar, introduce cortinas o tapizados suaves, con telas suaves, que estarán perfectamente armonizadas con los cojines y almohadas. Todos estos estímulos son relajantes, por lo que lograrás finalizar un día de estrés consiguiendo desconectar en tu espacio de relajación.